Hablando un poco de su profesión, ¿cuál es la parte de ella que le gusta más y cuál es la que menos?
Lo que más me gusta es el trato con el paciente, el sentir que lo podemos ayudar, el día a día con ellos. Y lo que menos es la individualidad de la profesión. Considero clave el trabajo multidisciplinar y aunque lo intentamos con diferentes profesionales, no es lo habitual. Por eso, sería fundamental entrar en la Seguridad Social.
¿Cree que la sociedad está lo suficientemente informada sobre la salud del pie y sus patologías?
No. Yo llevo 13 años en la profesión y podría asegurar que ha habido un cambio, la gente es mucho más consciente, hace mucho más deporte y son conscientes de la importancia de un buen cuidado de los pies. No está totalmente visibilizado, pero poco se está consiguiendo. Yo me acuerdo que cuando empecé había gente que no sabía lo que era un podólogo, eso ya hace mucho tiempo que no me pasa
¿Cuáles suelen ser las patologías más frecuentes en esta área?
Las patologías más frecuentes son los uñeros, los papilomas, que son aquellas verrugas que surgen en la planta del pie; y a nivel biomecánico la fascitis plantar, principalmente.
La sensación es que los podólogos son unos profesionales médicos a los que los ciudadanos de a pie visitamos poco. Todos hemos visitado a un dentista, pero no a un podólogo. ¿Hace falta un cambio de mentalidad en la sociedad?
Yo creo que sí, poco a poco deberíamos cambiar esta mentalidad. No le damos importancia y la realidad es que, si tienes unos pies bien situados en el suelo, vas a tener muy buena estabilidad y, consecuentemente, te va a generar mucha confianza en tu día a día. En ese sentido, es muy importante para todos, para gente que haga deporte y demás, tener presente que su fuerza va a tener mucha relación con su estabilidad y ser estable desde los pies es imprescindible.
El pie es un engranaje muy complejo de huesos, articulaciones y tendones. ¿Tienen una difícil recuperación las lesiones del mismo?
Tenemos que tener en cuenta que el pie cuenta con muchos huesitos y mucho tejido, y cuando tocamos una zona del pie tras una lesión o una cirugía, las recuperaciones son un poquito complicadas. Hay que hacer una buena recuperación y readaptación, que lo que hace es poner el pie en una zona de normalidad y mejorar lo que se trata. Es una de las zonas más difíciles de recuperar del cuerpo, porque es casi imposible hacer un reposo absoluto.
¿Qué consejos daría de cara a una mejor salud en los pies de los ciudadanos?
Siempre y cuando no haya lesiones asociadas, porque si hay una patología debe tratarse, primero debemos volver a sentir el suelo, en casa debemos estar descalzos. Nos ponen un calzado antes de tiempo, antes del año incluso y hemos perdido esa sensación de conexión con el suelo y es importantísimo que se recupere.
Asimismo, es importante revisarnos el pie constantemente, masajearlo, cuidarlo, mimarlo y acudir al podólogo una vez al año. Si hay un dolor puntual un día quizá no sea necesario acudir al podólogo, pero si se prolonga, el segundo o tercer día es conveniente, porque si existe una patología cuanto antes se trate más fácil será de curar
En este sentido, ¿recomendaría que los niños menores 1 año sientan el suelo y permanezcan descalzos?
Sí. No solo es que yo lo recomiende, sino que la evidencia científica así lo dice. No tenemos que utilizar calzado antes de empezar a caminar, y cuando comenzamos a caminar no es recomendable emplear el tipo de calzado que tenemos actualmente ideado, simplemente debemos llevar algo que impida clavarnos algo, pero que no influya en el desarrollo propio del pie.
En definitiva, un calzado minimalista y lo más respetuoso posible. Ya hay estudios que evidencian que en los primeros meses de vida el niño tiene una mayor sensibilidad por los pies que por cualquier otra parte del cuerpo, si le ponemos al niño un calzado estamos bloqueando ese proceso y es un error.
Y para terminar, ¿qué ha aportado y puede aportar la tecnología a la profesión y a la salud de los pies?
Yo creo que todo lo que sea tener más herramientas es positivo. Por ejemplo, la eco grafía en el pie nos permite intervenir sobre la zona en cuestión, el láser ha sido de gran utilidad, de alguna manera lo que hace es recuperar los tejidos antes que cualquier otra herramienta. Son muchas las herramientas que enriquecen el proceso al que se enfrenta el profesional, mejorando los tiempos de recuperación, entre otros aspectos.
