“Si no estuviera el AIEM más rápido desapareceríamos”
Partiendo de un plano general, ¿cuál es la situación actual del sector agrario en la Comunidad Autónoma de Canarias?
En Canarias tenemos una coyuntura complicada a consecuencia del alza de los insumos y de los materiales. Con las subidas que hubo después del covid y de la Guerra de Ucrania estamos sufriendo un aumento de los costes, a lo que se suma la subida de la mano de obra, que ha subido más de un 40% en los últimos años. Es una situación complicada. Complicada porque somos, si cabe, menos competitivos de lo que ya éramos.
Uno de los problemas que acechan al sector es la sequía, ¿quiénes están siendo los más afectados por la falta de agua?
Realmente, en Canarias siempre hemos tenido sequía, siempre hemos tenido un control exhaustivo del agua en las explotaciones, porque siempre ha sido un recurso deficitario. Recordemos que tenemos el agua más cara de Europa, no a partir de que se declarara la sequía en la península, sino desde hace muchos años atrás. Con lo cual, digamos que nuestros agricultores y ganaderos han vivido siempre en una situación de sequía y de gran control del agua que se consume en las explotaciones.
Dicho esto, el agua cada vez es más escasa y de menor calidad, porque las aguas se van salinizando y la desalinización del agua es un tratamiento muy caro. Por ende, digamos que el agua es un bien muy preciado que hay que manejar en su justa medida, pues nos encarece mucho los costes.
¿Qué medidas se han puesto sobre la mesa para paliarla?
Las medidas que hay ahora mismo son las grandes obras de depuración y desalinización de aguas, que son las grandes obras que tenemos pendientes en varias islas. Hay islas que están más atrasadas, como puede ser La Palma, pues al haber sido una isla rica en agua, van más despacio, pero ya se están poniendo en marcha los sistemas de depuración de las aguas residuales de toda la población, que es lo lógico: depurar esas aguas y desalinizarlas en el caso de que haga falta para ponerla al servicio de la agricultura.
Con esta carambola haríamos un doble trabajo. Por un lado, no vertemos las aguas residuales al mar, que suponen un problema para el turismo, recordemos las famosas algas rojas que aparecían en las costas canarias, y evitaríamos pagar multas a Europa como estamos pagando por verter esas aguas al mar. Y, por otrolado, aportamos agua a la agricultura, un agua debidamente depurada para usarla en el campo, dándole así una segunda o tercera vida a la misma.
Desde 2010 se han perdido 2.200 hectáreas de superficie agrícola en Canarias. ¿A qué se debe este retroceso experimentado en los cultivos del archipiélago?
Esto plasma una realidad, que es la poca rentabilidad que tienen las pequeñas explotaciones de Canarias frente a grandes producciones y productores de terceros países, que entran en nuestro mercado con otras normas de juego, que les permiten confluir en nuestros mercados con unos precios muchos más baratos. Poco a poco van dejando ser rentables y no hay relevo generacional en las explotaciones o directamente vemos cómo comienzan a cerrar explotaciones, porque no son rentables.
Recientemente, se han opuesto desde Asaga a eliminar el AIEM. ¿Por qué se considera estratégica esta herramienta para el sector agrario?
Porque consideramos que está sobradamente probado, y te pongo dos ejemplos claros, que en la importación de huevos si no tuviesen el AIEM, los huevos en Canarias no podrían competir. En el caso de la papa es lo mismo, si no tuviéramos ese 15% de diferencia que grava a lo que viene de fuera sería más barato importar. Consecuentemente, acabamos abandonando el campo, porque somos poco rentables.
Con el informe que se hizo desde el Colegio de Economistas de Las Palmas no estamos de acuerdo, porque se analizan productos, pero no se llega a una conclusión clara de que sea el AIEM el que está encareciendo los costes de las industrias canarias. Nosotros donde hacemos hincapié es en los produc- tos que compiten con nuestros productos del campo, si no estuviera el AIEM más rápido desapareceríamos, porque al final lo que viene de fuera es más barato que lo que producimos aquí.
“Nuestros agricultores y ganaderos han vivido siempre en una situación de sequía y de gran control del agua que se consume en las explotaciones”
¿Cuáles son las grandes peticiones que hacen desde ASAGA?
Creemos que lo más importante es que todas las obras hidráulicas que tenemos en marcha se consoliden y se termine de hacer un tejido hidráulico que permita a los agricultores acceder a un agua en cantidad y calidad más barata de la que hoy en día tenemos, porque el coste más grande que afrontamos es el agua.
Luego, que todos los agricultores y ganaderos consigan ser rentables, y para eso necesitamos vender a unos precios que cubran nuestros costes y nos permitan obtener un beneficio. Para ello es necesario que lo que viene de fuera cumpla las mismas condiciones sociales, laborales, de controlesfitosanitarios, de salubridad y de seguridad alimentaria, es decir, todo lo que nos obliga a nosotros la Unión Europea, que juguemos en la misma liga.
