Bodegas Reverón, una bodega con muchos años de historia y en la que prima la calidad. Recientemente, han recibido el premio al mejor vino de Canarias. ¿Cuáles han sido las sensaciones?
Bodegas Reverón es una bodega antigua, humilde y tradicional. El hecho de haber recibido el premio al mejor vino de Canarias ha sido de suma importancia y un guiño a que estamos haciendo las cosas bien. No obstante, el listón lo hemos dejado tan alto que ahora nos vemos obligados a intentar mantenerlo o sobrepasarlo.
Mantener este listón de calidad es importante de cara a fidelizar a nuestros clientes. Un cliente que busca año tras año una calidad similar o superior. Es un reto continuo.
¿Cuál es para usted la esencia del vino elaborado en Bodegas Reverón?
Para mí la esencia de nuestro vino recae en situarse un paraje como Vilaflor, el cual le confiere una climatología única. Una climatología caracterizada por la altitud, los cambios de temperatura de verano a invierno y las horas de sol. Asimismo, su esencia también deriva e de un equipo humano importante y del trabajo y tesón en el campo.
Háblenos del trabajo en viñedo que hay detrás de los grandes vinos de esta bodega.
A diferencia de otras industrias que se dedican al sector de la alimentación, esta es una industria que depende de la climatología. Llevamos ya un ciclo de 7 u 8 años en los que va de mal en peor.
Los agricultores, que estamos ya acostumbrados a pasar penurias y sufrimiento, nos hemos adaptado al medio, lo cual es un valor muy importante. Es de suma importancia el hecho de realizar una buena poda, aportarle una alimentación de materia orgánica a la tierra, regar en los momentos adecuados y hablar con el viñedo. El viñedo te va diciendo lo que necesita y, lo más importante, si tú consigues darle cariño al viñedo, aunque exista este tipo de climatología adversa, el viñedo siempre te responde, es muy agradecido.
¿Está la agricultura profesionalizándose cada vez más?
Yo pienso que el sector del campo sí se está especializando. La formación profesional debe ser inminentemente obligatoria para que la gente que trabaje en el campo sepa desarrollar su trabajo de manera efectiva. Lo más importante, y que yo le digo a mi gente, es que primero te tiene que gustar lo que vas a hacer y después ya aprenderás, te enseñaré y sacarás a adelante el trabajo.
En el sector agrario en general inciden en una problemática: no hay especialistas debidamente formados. ¿Es este ámbito uno de los afectados?
Me da pena decirlo, pero sí. No solo en este sector, sino en muchos otros sectores existe falta de personal especializado. Las bodegas están ligadas al turismo y a la gastronomía y es importantísimo tener una formación profesional a la altura. Contar con gente que realmente sepa lo que tiene que hacer y que, además, sepa atender a los posibles clientes o turistas que lleguen a la bodega. Gente que pueda aportar una explicación de la elaboración del vino y que no solo venga previamente formada, sino que en el propio establecimiento de la bodega siga formándose y aprendiendo.
Yo soy muy optimista, creo que la gente se ha dado cuenta y que en unos años si todo marcha bien vamos a tener a gente formada, el equipo humano es lo más valioso e importante dentro de una empresa.
Incidiendo en términos de sostenibilidad y de concienciación medio ambiental, ¿qué incidencia están teniendo los vinos ecológicos en este sector?
Gratamente, te puedo decir que es una cosa en la que incidía mi padre antiguamente cuando yo me quejaba de lo poco que valo- raba la gente el uso de la materia orgánica, siendo un proceso incluso más costoso, pero ahora debo decir todo lo contrario. Creo que existe una tendencia bastante importante en las preferencias del consumidor, un consumidor que demanda productos buenos, libres de residuos, exquisitos y sanos. Y, en este sentido, creo que la gente está realmente valorándolo en su justa medida y de manera progresiva.
Desde Bodegas Reverón inciden en el cultivo ecológico y es por ello que en vuestros vinos podemos encontrar el sello ecológico de la Unión Europea…
Efectivamente. A nivel personal es una gran satisfacción y somos los primeros implicados en querer hacer las cosas muy bien. De hecho, tenemos controles de tierra, analíticos, de la uva y estamos satisfechos con que se hagan este tipo de comprobaciones en aras de contribuir a nuestra tranquilidad y de aportar al mercado un producto de calidad.
En una tierra que vive principalmente del turismo, cabe destacar que acercan sus bodegas al turista….
La bodega por sí sola queda obsoleta. La política a seguir de la Bodega Reverón se basa en que la gente venga a disfrutar, no solo de ver las instalaciones, sino de tener un recuerdo grato probando nuestros vinos, dando un paseo. Que el recuerdo sea inolvidable y el valor aportado sea único.
¿Nos puede contar alguna novedad o nuevas apuestas de la bodega?
Bodegas Reverón quiere seguir trabajando mucho en el viñedo, porque, a fin de cuentas, es de dónde parte todo. Un buen viñedo y un buen producto te garantiza tener un buen vino. Vamos a tratar de ofrecer viñedos visitables, donde en cada instancia el cliente pueda catar diferentes vinos del viñedo en el que se sitúa en cada momento. Será un recorrido que nosotros estimamos de una hora u hora y media.
También estamos planteando abrir un pequeño anfiteatro para dar charlas, conferencias, recibir a colegios, a parte vamos a tener una serie de animales complementarios típicos de cualquier casa de familia de campo para que la gente se conciencie y disfrute.
