El 27 de octubre es el Día Mundial del TDHA (Trastorno de hiperactividad y déficit de atención).
Este denominado “trastorno”, calificativo que para mi me resulta desagradable, pero que así es como se le denomina, es según muchos médicos lo que antes se conocía por niños y niñas, así como adolescentes eran, o mejor dicho, éramos impulsivos y puro nervio.
Es evidente que no seré yo quien discuta la valoración de especialistas.
Este artículo me viene como anillo al dedo por tenerlo en mi círculo más cercano.
Se suele diagnosticar a partir de los seis años, después de hacer diferentes pruebas, en donde la concentración y el tiempo en el que son capaces de estar sentados, dictamina sisonono.
Como con todo en la vida, cada maestrillo tiene su librillo y unos aciertan y otros justo todo lo contrario.
En este día se ha llevado a cabo una huelga estudiantil en todo el país en defensa de la salud mental y de la educación pública.
Como era de esperar la derecha y extrema derecha estaba en contra de esta huelga poniendo excusas, que para no variar argumentan mentiras una detrás de otra.
Pero yo voy a ir al fondo de la realidad.
En colegios, institutos, incluyendo universidades (los que llegan a hacer una carrera) son presas del bulying. Y no conforme con ello, también suelen estar en los centros educativos preparados para ello, con una adaptación curricular. Es evidente que eso depende del niño o niña que se crea necesario tenerla.
Mi opinión y después de un largo proceso, años, no sabes si la adaptación curricular es positiva o por el contrario les limita su etapa educativa.
Según el protocolo que se lleva a cabo, es necesario que eso conlleve el repetir un curso en primaria y otro en secundaria. Insisto, depende del centro educativo, así como el personal orientador.
Pues bien, esto conlleva que cuando llegan a secundaria, los 18 años deben dejar lo que es ciclo normal, pasando a tener que hacer un PMAR para así garantizarles una salida al mercado laboral. Cabe la posibilidad de poder inscribirlos en I.E.S. que tengan la FPB (Formación Profesional Básica) , dando así la oportunidad al terminar los dos años de formación y poder hacer un ciclo medio, e incluso poder llegar a la universidad.
Parece complejo ¿verdad? Pues así es.
Y ahora ya voy a la parte social. Esta población social sufre el bullying en los centros educativos y fuera de ellos.
Una crueldad que en muchísimos casos empiezan por los padres y madres que al enterarse de que un compañero o compañera de clase es TDHA o cualquier tipo de problema psíquico, son cuestionados y rechazados por parte de compañeras y compañeros: No se les invita a cumpleaños, los toman por “tontos y tontas”, a sus hijos e hijas se les dice que no son una buena compañía porque eso les haría retroceder en sus estudios, e incluso si no hay personal suficiente no participan en excursiones.
Te suelen decir, no etiquetes a tu hijo, mejor que nadie se entere. En serio ¿cómo vas a ocultar una realidad cuando tu hijo o hija ha de ir a un aula específica?
Sí, este artículo no estaba previsto, si no fuera porque mientras lo escribo estoy haciéndolo justo el 27 de octubre.
Y la pregunta es la siguiente: ¿Quiénes han secundado la huelga no han sido o son partícipes de esta discriminación educativa y social?
Les invito a que se informen bien, pero además a que investiguen lo que significa sacar adelante a estos chavales y chavales, y evitar por todos los medios que su autoestima sea pisoteada.
Espero que quienes los aíslan no tengan la incidencia de participar en este tipo de huelgas. Es evidente que la habrán secundado y así librarse de las clases. Para que nos vamos a engañar.
Por cierto, está el TDAH y TDA (Trastorno de déficit de atención).
Luchemos por ello, pero que los días que son secundadas estas huelgas, conlleven con ellas actividades, charlas, difusión y visibilizarlo. Porque si no es así, esto no habrá merecido la pena.
