Nació una de las Leyes más esperadas de la legislatura: la Ley Canaria de Cambio Climático y Transición Energética. Partiendo de este hecho, ¿cuál es el futuro que le espera a Canarias?
Canarias inició esta legislatura sin leyes, planificación o proyectos relacionados con el cambio climático. Esta Ley, sus planes y estrategias y los proyectos que hemos impulsado desde el servicio de Cambio Climático han hecho que Canarias pase de estar a la cola en esta materia a colocarse en los primeros puestos a nivel nacional.
Canarias ya da pasos decididos y encaminados hacia la adaptación y la mitigación y hacia la penetración decidida de las energías renovables, dando un protagonismo importante a la democratización de esa energía. Debemos caminar hacia un futuro sostenible, pero en el que tengan cabida todos los sectores de nuestra sociedad.
¿En qué afectará esta nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética a los canarios?
Esta Ley pone por primera vez objetivos e hitos temporales a corto, medio y largo plazo para alcanzar la ansiada descarbonización en el año 2040. Pero no se limita a eso, no se trata de un panfleto cargado de intenciones, sino que pone deberes y obligaciones a todos los sectores económicos y al sector público. Las administraciones públicas seremos ejemplarizantes en este sentido para el resto de la población, con plazos claros para la implantación de renovables y la reducción de nuestra huella de carbono.
Una ley que se diferencia respecto a otras en su ambición, ¿no es así?
Sí, nuestro articulado va más allá de lo que establecen leyes aprobadas en otras comunidades autónomas e incluso de lo que recoge la ley nacional. Nuestro objetivo temporal de descarbonización es el año 2040, diez años antes de lo que establece España y Europa. Sabemos que es complicado, pero no nos queda otra que ser ambiciosos y estamos seguros de que dentro de muy poco los horizontes temporales nacionales e internacionales se ajustarán a nuestra planificación, teniendo en cuenta la urgencia que está adquiriendo el cambio climático a nivel global.
Además, cabe incidir en que el texto ha tenido la implicaciónn de técnicos y científicos…
Sí, desde que llegamos a esta Consejería teníamos claro que nuestras acciones siempre debían contar con la perspectiva y el asesoramiento de las universidades canarias y profesionales expertos en esta materia que realizan investigaciones a este respecto en las islas. De hecho, en materia de cambio climático hemos implementado el número de convenios con las universidades para proyectos de cambio climático (pasamos de 1 a 11 en una legislatura) y hemos destinado casi 3 millones de euros a estas labores (antes apenas llegaba a los 240.000 euros).
Por último, incidiendo en las propuestas aprobadas por los partidos políticos en el Parlamento de Canarias. ¿Está decepcionado con la postura de la oposición respecto a esta Ley?
Nos ha decepcionado bastante la postura del Partido Popular, no sólo por sus votos en contra en la tramitación definitiva de esta Ley, sino por las declaraciones posteriores de su candidato a la Presidencia del Gobierno de Canarias, Manuel Domínguez, quien ha ase- gurado que de obtener una mayoría absoluta derogaría esta Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica.
Su crítica se basa en que no hemos aceptado la batería de enmiendas que han presentado a esta normativa, que lo único que escondían era una enmienda a la totalidad del texto. Esto no es sólo un hito de este Gobierno, sino de todas las fuerzas que formamos el Parlamento de Canarias y el Partido Popular ha perdido una gran oportunidad de formar parte de este triunfo. Es evidente que deberían coger recortes de otros líderes de derechas, incluso a nivel internacional, que dejan a un lado los colores políticos y se suman a esta batalla medioambiental que no entiende de elecciones ni partidos.
