“Nunca se había apostado tanto desde un Gobierno por el emprendimiento”
El impulso de ENISA se ha vuelto imprescindible en un contexto de crisis donde las empresas han afrontado numerosas dificultades económicas. ¿Qué balance hacen de este 2022? ¿Ha aumentado el número de solicitudes de financiación?
De momento no hemos cerrado el año, tenemos que ver cómo queda el número de solicitudes, pero más o menos se mantiene estable en la línea de otros años.
La financiación de ENISA no es una financiación dirigida a aportar liquidez a las empresas; es una financiación para la innovación, para que las pymes innoven o para que las start-ups puedan arrancar. Por lo tanto, en ese aspecto, nosotros vemos que se mantiene el número de solicitudes.
También quiero precisar que no estamos en crisis, estamos en un momento de incertidumbre, pero la economía sigue creciendo. Es verdad que con miedos y con incertidumbres, lo que ralentiza las inversiones, pero no es todavía una situación de crisis.
¿Las pequeñas y medianas empresas quieren también sumarse al carro de la innovación?
Sí, sin duda, así lo creo. Lo que pasa es que en este sentido confluyen dos factores. Primero, tenemos que tener una mayor capacidad de tracción, ya que todavía no se suman tanto como deberían. Y luego, hay que ser conscientes de que no todas las pequeñas y medianas empresas tienen la posibilidad de innovar. Hay mucha pyme que es micropyme ‒realmente estamos hablando de una o dos personas‒, por lo que se torna muy complicado innovar. Ese es uno de los problemas que tenemos en nuestro territorio.
Cuando en España vemos que, como país, en innovación no aparecemos donde deberíamos, es porque tiene mucho que ver con nuestro propio tejido empresarial, tenemos mucha micropyme a la que le cuesta innovar. Por otra parte, cabe decir que la innovación es difícil de medir puesto que es un término muy amplio.
Por eso es necesario tratar de atraer a este tipo de empresas. En este sentido, considero fundamental dar a conocer el préstamo de ENISA, que va dirigido a dos tipos de destinatarios: uno, las start-ups, que nos conocen bastante bien, aunque nunca está de más repetirlo, somos la referencia clara de financiación para las mismas en el ámbito público. Y luego, las pymes innovadoras. Estas segundas no nos conocen tanto. El préstamo de ENISA, como decía al principio, no es un préstamo de circulante, de liquidez, sino que está pensado para innovar, no computamos como deuda, no pedimos aval ni garantía, es decir, las características de este préstamo interesa que las conozca una pyme que en un momento dado quiera innovar y necesite financiación, porque es fundamental que las pymes que puedan innovar lo hagan para ser competitivas y pervivir.
A ENISA le llegarán solicitudes de todo tipo…
Sí. Nosotros recibimos en torno a 1.800- 1.900 solicitudes todos los años y, efectivamente, somos una instrumento público adscrito al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo y una herramienta transversal, ya que la tipología de empresas y los sectores que nos llegan son muy amplios. Sin embargo, hay que decir que quedan fuera el sector inmobiliario y el financiero.
¿Sobre qué parte la radiografía que hacen previa de la línea de liquidez de una empresa? ¿Cómo se realiza un análisis para contestar a cada solicitud?
ENISA es un instrumento público, partimos de dinero de fondos estatales y por ello, evidentemente, tienen que estar muy claros sus criterios.
Nosotros contamos con unas pautas que están contenidas en los convenios que firmamos con los Ministerios que nos aportan la financiación, que son principalmente nuestro Ministerio de tutela que es el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, que nos da la financiación dirigida a las tres grandes líneas que tenemos, con 98,5 millones de euros. Y luego, el Ministerio de Agricultura, que financia la línea AgroInnpulso y el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, para la línea de Emprendedoras Digitales.
¿En qué criterios nos basamos? Hay tres requisitos imprescindibles para acceder a un préstamo ENISA: que la empresa esté constituida como sociedad mercantil, no es para autónomos; tener sede social en España y pedir ese préstamo para un proyecto innovador.
A partir de ahí, hacemos siempre un análisis de modelo de negocio, de mercado, de propuesta, de proyecciones, del equipo y, en el caso de que la empresa que lo solicite tenga más de dos años, lo completamos con un análisis de estado financiero. Todo eso nos da un nivel de riesgo y a partir de cierto nivel de riesgo es financiable con unos importes máximos y por debajo de ese nivel no es financiable.
¿Qué expectativas tienen para 2023?
Volviendo a la pregunta inicial, es verdad que hay incertidumbre y tendremos que ir viendo cómo van evolucionando los meses, pero por eso insistía al inicio que no es lo mismo la incertidumbre que la crisis. Hay incertidumbre, pero nosotros vemos, en lo que nos compete, que el emprendimiento soportó muy bien la pandemia, y que fuimos el país del entorno europeo que mejor aguantó en emprendimiento en ese periodo, recuperando los niveles más rápido, en los últimos 5-6 años España ha multiplicado por 5 la inversión en start-ups, tanto española como extranjera, y vemos que va creciendo. Nunca se había apostado tanto desde un Gobierno por el emprendimiento. Hay mucho apoyo público y, en este caso, vemos que el sector ha resistido bien, que hay buenas condiciones y nosotros esperamos que ese emprendimiento siga avanzando.
Es verdad, por otra parte, que si alguien es capaz de salir de situaciones inciertas son los emprendedores y emprendedoras. Estamos viviendo un momento de revolución digital y ecológica, y esos dos vectores están generando muchísimos proyectos nuevos. No están llegando muchas propuestas motivadas por una transformación digital y un cambio en todo lo referente a la sostenibilidad. Esos retos e incertidumbres, desde la perspectiva del emprendimiento, los vemos como oportunidades.
