Se acerca el 8M, día en el que todas recordamos lo que nos costó llegar hasta donde estamos. Tener los derechos que por naturaleza nos eran propios pero por los que tuvimos que luchar, demostrar y trabajar duro. Y trabajar mucho más que cualquier hombre nos ha hecho ser fuertes, resilientes, duras y capaces de adaptarnos a cualquier situación. Ser madres y también ser profesionales.
Estar pendientes de nuestras familias y llegar a todo, con un café y una sonrisa. En el sector de la Moda no iba a ser distinto. Las mujeres han tenido que pelear por el reconocimiento de ser grandes diseñadoras, directoras creativas y empresarias del sector. Por eliminar esa imagen de la mujer costurera y el gran diseñador. Y es que es sorprendente y reflejo crudo de la realidad de la industria, que hasta Coco Chanel, no teníamos referencias de grandes casas de moda dirigidas por una mujer. Gabrielle Chanel (1883 – 1971) llegó a este mundo no sólo con la misión de romper los patrones preestablecidos que convertían a la mujer en un maniquí fetiche de los hombres, sino para demostrar que podíamos tener un lugar. Para que las mujeres de hoy entendieran qué se podía, que somos fuertes y capaces de hacer moda para la mujer pensada en femenino.
Era poco entendible, que siendo consumida en su mayoría por mujeres, la moda fuera diseñada por ellos. Se pretendía que la mujer gustara al hombre, por lo tanto, él diseñaba a su antojo el cuerpo de ella, sin entenderlo, sin sentirlo y sin comprenderlo. Chanel llegó para cambiar estos parámetros y humanizarnos, devolvernos nuestra imagen, y “dejarnos respirar”. Hacernos entender que el primer amor, debía ser el propio, y debíamos gustarnos a nosotras mismas, para luego gustar a los demás.
¿Qué pasa en la actualidad? Hemos avanzado, ¿pero lo suficiente? Vemos mucha más carga femenina que masculina en las escuelas de moda. Muchas profesionales incorporándose a la Industria.
Pero, ¿vemos referentes femeninos al frente de las casas más importantes de moda? ¿vemos los mismos casos de éxito de mujeres que de hombre emprendiendo en la industria textil? Evidentemente no. ¿Y esto por qué? La Industria de la Moda es muy exigente, rápida y cambiante. Esto supone un compromiso total con el modelo de negocio desarrollado hasta el momento en el sector. Por lo tanto, es muy difícil de compatibilizar con la vida familiar. Al llegar a una edad, seguimos viendo que las mujeres siguen asumiendo una segunda línea de acción, pero no la dirección, no al frente de los proyectos. Estar fuera de casa mientras se celebrar La Pasarela de Milan o la de Nueva York, los meses previos con jornadas de 12 horas, los fines de semana y festivos, todos esos compromisos familiares sin atender y todas esas responsabilidad que la mujer tiene asumidos como suyos.
Todo esto, impide, en la mayor parte de los casos, que la mujer pueda atender a estas dos partes de su vida, la familiar y la profesional, con éxito. Nos encanta ver referentes de mujeres de éxito y hablar de ellas, pero también queremos pensar que son buenas madres, que atienden a sus maridos, que son familiares y que todas sus responsabilidades están gestionadas. ¿Esto no es hipocresía? ¿Exigimos la misma responsabilidad en el caso de los hombres? Creo que la respuesta a estas preguntas, son el motivo y la consecuencia de la desigualdad en el sector cuando llegamos a determinadas alturas. ¿La solución? La de siempre, equilibrar la carga.
Eliminando de nuestras mentes la imagen de la mujer perfecta, que llega a todo, que lo atiende todo y que es exitosa en todos los campos de su vida. Si aceptamos de un hombre, que tenga una pasión que lo lleve a estar fuera de casa, no atender compromisos familiares y tener jornadas laborales de 12 horas, la igualdad real, es no tachar a una mujer de fría y poco responsable por tener esa misma pasión. No podemos entender que el hombre es ambicioso y está bien, y la mujer es una irresponsable y no comprende cuales son sus prioridades.
Es momento de cambiar esto y defender que una mujer ambiciosa, no solo está bien, es que, tal y como están las cosas, además es una valiente y un referente del cambio, es un Icono. Así que, seamos más Coco Chanel
RAQUEL HAMMERHOJ
CEO HAMMERHOJ DESIGN, DIRECTORA DE DREAMER
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