Un año electoralista es lo que tiene, y supongo que deberíamos estar todos habituados a que los partidos políticos, tanto aquellos que están gobernando como aquellos que están en la oposición, saquen la batería de propuestas con el fin de barrer tantos votos sean posibles para los próximos comicios. Este año, entre muchas promesas como millones en mejoras, o incluso el hecho de asegurar que en pocos meses se arreglarían las colas de la TF-5, está la propuesta del cobro de una tasa turística.
Los últimos meses se ha ido desempolvando la posibilidad de implantar una tasa turística, medida que ha abanderado podemos bajo el nombre de “ecotasa”. En paralelo, el gobierno de Ángel Víctor Torres se muestra dispuesto a estudiarla en una próxima legislatura porque asegura que este no es el momento, pues los efectos pueden ser dañinos para el sector, mientras que el Partido Popular se niega rotundamente a implantar una medida de este tipo. Opiniones para todos los gustos y carne de debate los últimos meses y para las próximas semanas. En el otro lado, en el de los empresarios del sector turístico, encontramos una tajante negativa a una ecotasa ni a nada que se le parezca. Como argumento principal, entre otros, la cantidad que aporta ya el sector turístico en cuestión de impuestos, sin olvidar el perjuicio que supondría al turismo de las islas, traducido en menos turistas en el archipiélago al dejar de ser un “destino amable”.
Todo esto llega cuando comienza también a intensificarse el descontento entre los canarios residentes en las islas ante lo que ellos aseguran una llegada masificada de turistas y la consiguiente merma del territorio. El aumento del precio del alquiler, el encarecimiento de la vivienda también a consecuencia del crecimiento del alquiler vacacional, atascos cada vez más largos y playas y montes llenos, generan rechazo entre cada vez más población.
Sin embargo, y volviendo a la implantación o no de la llamada ecotasa que sí tienen diversos territorios dentro de nuestro país, es una medida que requiere de un análisis profundo, tanto para aquellos que piden su creación, como para aquellos que rechazan rotundamente. Varias preguntas me surgen: ¿Dejarán de venir los turistas por tener que pagar, por ejemplo, 1 euro por persona y día? ¿Se dedicará lo recaudado en su totalidad a proyectos de medio ambiente o a paliar los efectos nocivos del turismo? ¿Se dedicará a mejorar infraestructuras turísticas? ¿A Sanidad y a fines sociales? ¿O simplemente tendrá fines recaudatorios para una administración que parte de superávit para seguir pagando cargos de confianza? ¿Podemos comparar un territorio como Baleares, con un turismo estacional, con un territorio como Canarias que recibe turistas todo el año?
La sensación que tenemos los ciudadanos es que estas medidas, muchas veces, carecen de debate profundo, a penas están desarrolladas en profundidad, tanto en su contenido como en las implicaciones legales, pero son medidas que quedan muy vistosas en el programa electoral, tanto para posicionarse a favor como en contra. Todos los canarios, empresarios, políticos y ciudadanos, tenemos claro que las islas deben caminar con paso firme hacia un turismo que sea sostenible en el tiempo, sostenible a nivel medioambiental, social y económico. Nuestro territorio es pequeño, un territorio rico en patrimonio natural y cultural que merece ser cuidado, pero no menos cierto es que la mayor parte de nuestro PIB depende del sector turístico puesto que esa supuesta diversificación de la economía que vendría después se la pandemia nunca llega. El pan nos lo da el turismo, nos guste o no.
Por lo tanto, reflexión, queridos amigos, reflexión y debate para encontrar las mejores soluciones. Somos un territorio amable que siempre ha recibido con los brazos abiertos a quienes quieren conocer nuestras virtudes, con familiares y amigos trabajando para el sector de manera directa e indirecta. No queremos “cargarnos el turismo” estoy segura. Cómo conseguir esa convivencia entre turismo, sociedad y territorio es el debate, más allá de centrarnos en la implantación de una tasa turística o no. Este no es un debate banal, no debería ser tratado de esta manera por un puñado de votos.
Montserrat Hernández
Directora de Tribuna de Canarias
