Háblenos de cómo nace Mimado Studio.
Tras concluir mi formación y pasar unos años viviendo en Barcelona, regresé a Canarias judos tras la crisis, exactamente a finales del año 2010. En ese momento la situación económica no era la más adecuada y en el mercado en el que yo quería incidir tanto la oferta como la demanda era casi inexistente. No obstante, yo seguía con la ilusión de desarrollar un proyecto y fue ahí cuando nació Mimado Studio.
Mimado Studio nace para traer a Canarias frescura, una mezcla de trabajo bien realizado con algo nuevo. Todo lo que veía hasta entonces estaba anclado en la vieja escuela, sobre todo si hablamos de hostelería y locales comerciales.
El nombre de la empresa proviene de un juego de palabras, de Mi- y -mado que en japonés significa ventana. Quería transmitir que Mimado es como una ventana abierta, a la que poder asomarse y vislumbrar cosas nuevas.
En un inicio, comencé a desarrollar proyectos a particulares, aunque también me he dirigido a los locales comerciales.
Concretamente, ¿en qué tipo de servicios están especializados?
Como comentaba, he hecho desde locales comerciales hasta viviendas. No obstante, también estoy haciendo muchos proyectos de Home Staging en colaboración con algunas inmobiliarias, sobre todo en el sur de la isla. Lo que hacemos es renovar la vivienda en cuestión dependiendo de la demanda del cliente para volver a vender, a alquilar o a explotarla de alguna manera.
Sin duda alguna, esta renovación de la que usted habla ha sido más que necesaria en los locales comerciales y de hostelería pero, ¿cree qué la situación de crisis por la que estamos atravesando ha hecho que muchos empresarios no den el paso?
Sí. Aún hay muchos empresarios que siguen con su estilo clásico debido a la situación económica, aunque cabe decir que hay una mentalidad por parte de los propios clientes de restauración, de hoteles y demás que siguen buscando esa parte clásica y muchos empresarios no dan el paso porque les funciona.
Cuando hablamos de renovar se nos viene a la mente una gran inversión, pero en muchas ocasiones son pequeñas inversiones, no siempre tiene por qué ser una gran inversión y precisamente es eso lo que pretendo transmitir a mis clientes.
De hecho, sobre todo en locales comerciales, los clientes son personas jóvenes que buscan algún cambio sin gastar mucho dinero.
Usted, que ha trabajado en Barcelona y ha podido percibir la situación del mercado allí, ¿es notable la diferencia de un lugar a otro?
Sí, quizá por aquí llegamos un tanto tarde a los cambios. Pero es verdad que en el centro de Barcelona, que es demasiado turístico, te encuentras las dos partes, una parte que apuesta por el diseño y otra que es todo lo opuesto. En general, la mentalidad es mucho más abierta, el diseño es algo que ya llevan en el ADN y es algo muy natural, incluso el servicio de diseño, el tener que llamar a un diseñador gráfico para que les diseñe un cartel.
¿Cuáles están siendo las principales necesidades y demandas del cliente?
Tras el confinamiento la mentalidad y las demandas del cliente cambiaron. Mucha gente que tenía un patio o una azotea y que no le daban uso alguno sintieron la necesidad de darle utilidad. Todo el mundo ha querido aprovechar estos espacios al aire libre. Tras estar meses encerrados se han dado cuenta de que tenían un espacio al que no le estaban sacando provecho y fue entonces cuando los espacios exteriores comenzaron a ganar mucho protagonismo.
¿Cuáles serán las líneas de trabajo de Mimado Studio para los próximos tiempos?
Actualmente, estoy buscando insistir en una parte en la que me gusta mucho trabajar, que es el local comercial, me encantan los proyectos que tienen una historia, algo que contar y los locales comerciales, en líneas generales, cumplen con esa idea. Por otra parte, me encuentro realizando varios estudios de diseño gráfico intentando hacer una especie de tándem con el objetivo de ofrecer un servicio más completo al potencial cliente.
