26/04/2024

Para venderte, tienes que conocerte
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Para estar en el negocio hoy en día, nuestro trabajo más importante es ser el jefe de marketing de la marca llamada Tú. Es así de sencillo, y así de difícil. Y así de ineludible. Tom Peters.

Para construir una marca que sea sostenible, rentable con el paso del tiempo, y que logre posicionarse en tu sector, bien sea por tu experiencia o porque estás empezando en el mismo, es necesario llevar a cabo un proceso de autoconocimiento, que te aporte las claves indispensables para poner en valor tus habilidades, tus conocimientos y destacar frente a tu colegas de profesión, sin necesidad de entrar en un proceso frontal de competencia. La marca personal (entre otras cosas) se trata precisamente de eso, de dar valor a tu propuesta, independientemente de los demás.

El autoconocimiento es fundamental, ya que te permite conocer tu esencia y tu autenticidad como profesional y saberla transmitir a tu público como factor de diferenciación, y será la base para desarrollar las estrategias de comunicación de tu marca personal. Para lograr todo ello, se necesita transitar este camino del conocimiento de uno mismo, este proceso no es soplar y hacer botellas.

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Normalmente esos elementos que nos pueden ayudar a diferenciarnos del resto son tan normales e intrínsecos a nosotros que no solemos identificarnos y nos cuesta mucho ver esos aspectos tan importantes. Cuando hablamos de nuestras fortalezas solemos ser muy expeditos, pero cuando toca hablar de nuestras debilidades, ya nos cuesta un poco. Y ni siquiera hemos pensado en las oportunidades que podemos aprovechar, ni en las amenazas que pudieran surgir.

¿Cuáles son los aspectos más relevantes para realizar un proceso de autoconocimiento?

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• Conocer tus aspiraciones personales, tu misión, tu visión y tus valores.

• Tener clara tu filosofía de vida, cómo ves el mundo a través de tus ojos.

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• Saber a ciencia cierta qué es lo que queremos ser, qué es lo que somos y qué queremos hacer con todo ello.

• Cuales son tus pasiones, ese motor que te mueve, eso que te fascina y te llena de energía, aquello que te impulsa y sobre lo que se va a fundamentar tu marca personal. Aquello en lo que eres el mejor haciendo porque te sale de manera natural.

• Qué rasgos de tu personalidad o cualidades describen mejor el valor que ofreces y que ayudas a los demás. Qué es lo que te hace útil y valioso con respecto a otros.

• Determinar las ventajas competitivas que puedes ofrecer con respecto a los demás.

 • Cuáles son tus fortalezas pero también cuáles son tus debilidades y cómo puedes potenciarlas para que no sean un limitador a la hora de posicionar tu marca personal. El proceso de autoconocimiento es un proceso que se retroalimenta continuamente en el tiempo. A medida que tu marca personal se hace más reconocida, nos ayuda a determinar de mejor manera, aquello por lo que somos más valorados y aceptados.

Este proceso de autoconocimiento también evoluciona y lo que es mañana puede cambiar en la dirección en la que se haya producido nuestro propio crecimiento personal. Al final, lo que buscamos como resultado de este proceso de autoconocimiento es el reconocimiento, la relevancia que nos permita ser la primera elección cuando se hable de nuestro sector.

¿Y por qué es importante el autoconocimiento?

Como señala mi querido amigo Guillem Recolons, uno de los referentes de la Marca Personal en España, “No podemos pasar del autoconocimiento al reconocimiento, ya que el primero es una fase introspectiva que no supone que los demás la deban conocer”.

Guillem desmenuza este proceso de la siguiente manera:

1. Autoconocimiento: Quién soy, dónde estoy, qué marca proyecto y cómo he llegado aquí.

2. Estrategia: definir un propósito, fijar una hoja de ruta, crear una propuesta de valor y un modelo de negocio.

3. Marketing Personal: Dar a conocer esa propuesta de valor a los públicos elegidos mediante diferentes vías de visibilidad, tanto off como online.

4. Desarrollo y acción: Puesta en práctica de habilidades y competencias ante nuestros clientes, ya sean internos o externos.

5. Reconocimiento: Si la fase 4 es efectiva, se obtiene la aprobación y recomendación de esos clientes.

La consecuencia del reconocimiento es el cumplimiento de los objetivos personales marcados. Ser reconocido y un referente en tu sector, lograr el empleo que buscabas, crecer en la organización en que trabajas, ser la persona propuesta para liderar un proyecto, lograr más clientes, lograr expandir las fronteras de un negocio, ganar influencia para lograr que tus productos o servicios se vendan con mayor facilidad, conseguir un premio importante, ganar más dinero, ganar tiempo, ganar salud, ganar amistades…

¿Sigues tú la lista…?

¡Feliz Año 2023 para los lectores! ¡Mis mejores deseos de éxitos en sus proyectos personales y profesionales!

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