Medio centenar de personas participó en el ejercicio, que simuló un incendio en una caldera
Un amplio despliegue de medios técnicos y humanos y la adecuada coordinación, claves del éxito de la prueba
Las instalaciones de Cepsa ubicadas en el Dique del Este en la capital tinerfeña, dedicadas al almacenamiento y suministro de combustibles a buques, han acogido un simulacro general de emergencia, ejercicio de carácter anual que la empresa realiza para poner a prueba la capacidad de respuesta tanto del centro como de su personal, así como la coordinación con las distintas entidades externas involucradas.
El escenario escogido para la prueba fue el de un incendio en una caldera, causado por la rotura de la línea de alimentación de gasoil y su entrada en contacto con un punto caliente. El supuesto incluyó, asimismo, la evacuación de un herido por inhalación de humo.
Tras activarse el Plan de Emergencia Interior (PEI) de las instalaciones al inicio del ejercicio, y mientras se realizaba una primera intervención con medios y efectivos propios, se desplazaron al lugar del supuesto incidente uno de los vehículos contraincendios y la ambulancia de los servicios médicos de la Refinería. Asimismo, se solicitó la participación del Consorcio de Bomberos de Tenerife, que se personó con una dotación de bomberos y un vehículo contraincendios.
Para la realización del ejercicio se contó, desde el inicio, con la colaboración del Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (CECOES) 1-1-2 del Gobierno de Canarias. En el simulacro participaron activamente, también, la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife y la Policía Portuaria. Además, al contemplar el supuesto una afectación exterior, se convocó a participar en el mismo a dos empresas colindantes a las instalaciones, que activaron en paralelo sus planes de emergencia.
El simulacro, en el que participaron activamente con misión asignada 30 profesionales de Cepsa y 20 de empresas y entidades externas, ha permitido corroborar el buen funcionamiento de los planes de contingencia, la coordinación con las administraciones y cuerpos de emergencia, y la formación y entrenamiento del personal de la compañía.
Un ejercicio de envergadura que ha implicado un amplio despliegue de medios técnicos y humanos, y en el que la excelente labor de coordinación tanto de medios internos como externos, así como una adecuada respuesta en tiempo y forma, permitieron llevar a cabo con éxito la prueba.
Aparte de servir para evaluar el propio Plan de Emergencia Interior de la instalación, este tipo de simulacros permite valorar el conocimiento del mismo por parte de los trabajadores, practicar las responsabilidades asignadas al personal clave, así como analizar el nivel de coordinación existente entre las distintas áreas operativas, además de analizar los tiempos de respuesta.
Asimismo, ayuda a identificar deficiencias en los recursos disponibles para solventarlas, evaluar de manera continua la idoneidad de los medios de autoprotección disponibles (humanos y materiales), y permite practicar la coordinación y participación de medios exteriores, entre otros objetivos de esta prueba anual.
Cepsa realiza simulacros periódicos en sus instalaciones de la capital tinerfeña, tanto en la Refinería Tenerife como en La Jurada y el Dique del Este, donde se recrean incidentes para fomentar y entrenar la actuación ante emergencias, con ejercicios prácticos de activación de los planes de emergencia interior y control de situaciones de riesgo. Habitualmente tienen alcance de nivel 1 (menor gravedad) y, con carácter anual, se lleva a cabo un simulacro de nivel 2 o 3 (mayor gravedad), como el último realizado en el Dique del Este.
