Comienza el año, y con él la puesta en marcha de todos nuestros propósitos. Es cierto que hablo de los personales, pero los que leemos y escribimos en Tribuna de Canarias, sabemos que dentro de estos debemos incluir los empresariales, y en mi caso, como presidente de la organización que representa a la juventud empresaria de Canarias, los de la organización.
Cuando te sientas a hacer análisis y reflexiones para visualizar lo que debes hacer, miras hacia a atrás para buscar el punto de partida. Para poder fijarte de donde vienes, donde estás y hacia donde quieres ir. Y es aquí donde tienes la capacidad de clarificar y evaluar tus decisiones pasadas.
Resulta, que llevo un año escuchando que he sido impropio, rebelde, demasiado gritón, en el sentido metafórico de la expresión. Sin embargo, en unas semanas presentaremos los logros de AJE Canarias ante la sociedad y creo que, sin dejar de ser humildes, y sabiendo que está todo por hacer, la organización está en su mejor momento, ¿será que por ahí van los tiros?
En 2023 cambiaré mi línea editorial en este periódico. Tengo intención de seguir metiéndome en el barro al más puro estilo juvenil, pero lo haré sobre temas que creo que puedan ser de interés general, como pueden ser la jornada laboral de cuatro días, las cotizaciones de autónomos, la educación en todos sus espectros o el salario económico y emocional. Creo que llega el momento de que generemos corrientes de debate y opinión y que seamos influyentes, y eso solo lo conseguiremos si somos capaces de explicar determinadas cuestiones.
No obstante, hoy me apetecía hablar de organizaciones empresariales, de propósitos compartidos, y de los enormes retos a los que me enfrento en 2023 si quiero que las cosas sucedan. Al más puro estilo yo, ese que te habla sin pelos en la lengua, seguiré planteando la realidad de la manera más clara y concisa posible.
Más hacer y menos decir
No les quiero adelantar datos concretos, pero AJE se nos ha ido de las manos. El crecimiento económico, de proyectos, de asociados y de conexiones de esta organización está en máximos históricos. Unos datos que pulverizan sin duda las expectativas de quienes iniciamos esta andadura allá por el 2018.
Con una pandemia de por medio, con muchas empresas cerrando y otras tocadas de muerte, creo que hemos ejercido con responsabilidad nuestro papel social informando y ayudando a la juventud empresaria y quienes han querido acercarse, en todo aquello que han necesitado.
Esto no es filosofía, son hechos demostrables, así que estate pendiente a las noticias sobre el rendimiento de cuentas que vamos a hacer y hablamos.
Yo siempre le digo al equipo que más vale un poco de hacer, que mucho de decir y se me quedan mirando. A lo que me refiero es a que hay que estar dispuesto a abandonar el “tendríamos que hacer esto” por hacerlo a pesar de los mil y un tropiezos que supone tener el rumbo fijado.
Lealtades y traiciones
El mundo de las organizaciones empresariales es muy complejo. Tienes que estar preparado para alguna sonrisa que no corresponde con la realidad, o para ver cómo alguien que te llama amigo es capaz de venderte al mejor postor. Sin duda, ese no soy yo.
Paso mucho tiempo reflexionando si debo cambiar mi forma de ser, pero es que a mí no me ha ido mal, sobre todo en lo personal, siendo un tío honesto y claro en mis mensajes, a pesar de los quebraderos de cabeza que esto me trae.
Lealtades. Me ha venido bien ser así porque he construido un equipo basado en fuertes lealtades de gente a la que, más allá de su cuenta de resultados, puedo mirar a la cara y llamarles amigos.
Lo conté el día que me eligieron presidente. Mi abuelo, que estuvo en la guerra, me dijo que, cuando nos despojamos de nuestros bienes materiales, solo nos quedan la dignidad y la palabra y de eso soy rico. No me cabe duda de que hay mucha gente como yo en AJE Canarias y es por ello por lo que hemos conseguido, siendo un gran equipo, llegar hasta donde hemos llegado… y lo que queda.
Traiciones. Vivimos en un mundo carente de autoestima personal, y a veces, sin querer, las personas que pasan por tu vida te traicionan. No porque sean mala gente, sino porque lo necesitan para sobrevivir y no pasa nada. No quiero sonar soberbio, pero a esas personas las perdono y les deseo lo mejor, nosotros enfocados en lo nuestro y vamos a seguir haciendo que las cosas sucedan.
Aunque parezca que este apartado del artículo nada tenga que ver con lo que hablo, no es así. En mi batalla por construir una Canarias emprendedora me he tenido que lanzar a los leones más de una vez y en ese juego absurdo del que me siento fuera totalmente, tengo demasiadas cosas para fijarme, han participado muchas personas que me han enseñado muchas cosas increíbles. La más valiosa de todas ha sido que la vida consiste en trabajar duro y que si lo haces te verás envuelto en un circo donde los protagonistas eligen el papel que más les guste. Un circo que se podría denominar el “circo de las lealtades y las traiciones”.
¿Portarse mal o ser coherente?
Empieza 2023 y ya acabando el año empezamos presentado UNDER 30. Un movimiento que va a conquistar esos espacios juveniles que se nos ha ido privando a pesar de pedir participar. Sí, sé que suena irreverente, pero es que creo que lo es.
No se conquistó ningún derecho sin una lucha correspondiente. Me estoy imaginando el día que le dijeron a Clara Campoamor que fuese poco a poco con eso del sufragio femenino, supongo que se tuvo que enfrentar a muchos comentarios de los que mandaban en la época.
Entiendo que no se entienda y me preocupa bastante poco, porque creo que me hace feliz levantarme cada mañana pensando que estoy iniciando una corriente de pensamiento que va a cambiar Canarias y que la va a convertir en un enclave de referencia para la juventud empresaria del mundo.
Yo intento ser coherente, pero entiendo que a muchos les parece un juego de niños que se portan mal y al que amenazan con que van a venir los Reyes Magos. Con lo que no han contado es que este niño con canas vive desde hace tiempo… sin miedo al carbón.
